Viaje a la Puna y a los Valles Calchaquíes3a. etapa: Santa Rosa de Tastil y San Antonio de los CobresSeptiembre de 2010. En Molinos me subí a un colectivo que me llevó directamente a Salta pasando por Seclantás, Puerta La Paya, Cachi y Payogasta. En Salta me detuve sólo unas pocas horas para tomar otro bondi que me llevaría a Santa Rosa de Tastil. Ahí me quedé un par de dias y lo pasé muy bien, y después continué hasta San Antonio de los Cobres. Aquí va el relato de este tramo del viaje: |
Santa Rosa de TastilPara viajar a Salta desde el norte de los Valles Calchaquíes se pasa por la impresionante Cuesta del Obispo. La Cuesta, que se ve en la foto de abajo, arranca a una altura de unos 3200 metros y forma parte del camino que conecta al pueblo de Payogasta, en los Valles, con el Valle de Lerma. Recordemos que las otras entradas a los Valles son, de sur a norte, el Abra del Infiernillo, en Tucumán, que une a Tafí del Valle con Amaicha, y la Quebrada de las Conchas, que desciende desde Cafayate hasta el Valle de Lerma. |
En realidad hay un cuarto paso, el del Abra de Acay, en el extremo norte de los Valles, que comunica al pueblo de La Poma con la Puna, en las proximidades de San Antonio de los Cobres. Pero lo de comunicar es un modo de decir porque el camino del Abra es extremadamente alto, unos 5000 metros, y suele estar en muy mal estado, por lo que es muy poco transitado. A causa de ello no hay transporte público y tampoco pobladores que lo quieran llevar a uno por ahí. Por mi parte, es un asunto pendiente. En cuanto lo pueda resolver, les cuento.
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La parte más interesante de este tramo del viaje comienza en el pueblo de Campo Quijano, a unos treinta kilómetros de Salta. A partir de ahí el camino transcurre a lo largo de la Quebrada del Toro, junto al rio Rosario que desciende, como de costumbre, en dirección oeste-este desde las proximidades del Nevado de Acay, que es uno de los grandes cerros de la región, con casi 6000 metros de altura. |
Por ahora buena parte del camino va todavía por el lecho del rio. Otros tramos ya utilizan la traza de un nuevo camino que está en construcción, que es pavimentado y corre faldeando la quebrada a mayor altura. Así que esta es una razón más para ir por ahí lo antes posible. |
Supongo que en verano, en épocas de lluvias, las partes del camino que van por el lecho del rio pueden traer problemas, sobre todo para un coche y no tanto para un colectivo, que es mucho más alto y más ajeno. |
Buena parte del recorrido hasta San Antonio de los Cobres corre cercano a las vias del llamado Tren a las Nubes, es decir la línea que une a Salta con Antofagasta. Gracias a eso, cada tanto se pueden ver interesantes puentes y viaductos de hierro como el de la foto:
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El pueblo de Santa Rosa de Tastil consta básicamente de ... la calle de la foto. Aquí vemos el centro y el centro del centro, que es el almacén frente al que se encuentran sentados los dos parroquianos. El almacén es proveeduría, comedor y parada del colectivo. Durante el dia tiene sus picos de actividad cada vez que llega o sale un colectivo. |
De noche, cuando el pueblo se apaga, el ruido del generador y la poca luz que sale por la puerta son como un faro. Ahí íbamos a comer empanadas con vino con mi amigo Luís Santillán y, créanme, eran las mejores empanadas del mundo. |
Como los colectivos que van entre San Antonio de los Cobres y Salta paran aquí un cuarto de hora, entonces hay algo de comercio no solo por parte de los pobladores sino también con algunos turistas. |
A lo largo de la calle se encuentra también una escuela, un centro sanitario y un alojamiento ... que no ofrece alojamiento porque "está completo" (Durante mi estadía no vi entrar ni salir ningún pasajero) |
También hay una capilla que grita. Digo esto porque cada vez que la veía me recordaba el famoso cuadro de Munch. ¿Dígame si no es así? |
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Lo que hace conocido a Santa Rosa de Tastil son principalmente las ruinas del poblado pre-incaico de Tastil, que se encuentra encima de la colina sobre la que se recuesta el pueblo. Toda la región fué un centro importante de población y de tráfico desde los años 1300 hasta la colonización española, por lo que ha habido numerosas excavaciones en Tastil y en otros sitios vecinos. |
Parte de los objetos extraídos en dichas ecavaciones se encuentra en el Museo de Sitio de Tastil. La casa que lo alberga es una construcción de más de dos siglos que sirvió como posta de arrieros y tuvo diversos usos antes de su destino actual. Pero, como se verá, el Museo es mucho más que las colecciones y el edificio que las contiene. |
Dando un pequeño rodeo y subiendo al cerro sobre el que se recuesta el pueblo, se descubren las imponentes ruinas de la población de Tastil. |
Según dicen los que dicen, entre los siglos 14 y 15, antes de que la región fuera colonizada por los incas, el poblado llegó a albergar a unos 2500 habitantes. |
El sitio arqueológico , que se extiende sobre toda la falda del cerro, fue descubierto en 1903 y luego fue excavado, estudiado y restaurado por un equipo de la Universidad de La Plata. |
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La vista de conjunto es bastante sobrecogedora. Por otra parte la restauración no parece demasiado invasiva y el hecho de que estuvo a cargo de universitarios alimenta mi ilusión de que haya sido hecha con cierto rigor, es decir respetando el yacimiento. |
De los sitios arqueológicos que pude conocer en el NO argentino, si tuviera que escoger uno por su magnitud y por el equilibrio de su restauración, el de Tastil sería mi favorito. Otra cosa no despreciable es que el ascenso hasta la base del sitio puede hacerse en coche, lo que pone la visita al alcance de mucha gente. |
Pero el alma del lugar es el Museo y, sobre todo, su director, Luís Santillán. Sin él yo quizás sería ahora una momia reseca como el encomendero Isasmendi. Porque cuando el albergue vacío del pueblo fue declarado completo, fue Luis quien me rescató de la calle y me ofreció un lugar en su museo para dormir. |
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En el Museo se conserva, entre otros objetos, una extraordinaria momia que Luis encontró en el Salar del Hombre Muerto. |
No me pareció indispensable fotografiarla pero les cuento que me hizo recordar a una calavera que estaba dentro de una hornacina en una ermita en Andalucía, debajo de la cual había escrito "Como te ves me vi/Como me ves te verás/Recuérdalo y no pecarás". |
Bueno, en la región, además de las ruinas de Tastil, hay muchos petroglifos pre-incaicos. El museo posee una hermosa colección de calcos de estos petroglifos, además de un impresionante catálogo manuscrito de los símbolos que se encuentran en los mismos. |
Gracias a las indicaciones de Luis, pude visitar uno de los sitios en donde se encuentran los petroglifos:
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Se trata de una colina que se encuentra a media hora del pueblo. Encima de la misma se ven los restos de lo que pudo haber sido un sitio de vigilancia o de culto, no sé. |
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Alrededor de los restos de la construcción se encuentra una gran cantidad de piedras con los petroglifos. Me sucedió que estuve ahí un rato dando vueltas buscándolos sin verlos hasta que de repente algo encajó en mi modo de mirar y me dí cuenta de que estaba casi rodeado por ellos. |
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En fin, creo que acabo de decir algo que es bastante común en todo tipo de situaciones. Perdón. |
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El paseo a los petroglifos me dió la ocasión de fotografiar algunas de tantas postales, como la de esta persona arando para sembrar habas ... |
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... o esta finca en donde la luz pasa a través del paisaje sin tocarlo. |
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En resumen, que en Santa Rosa de Tastil lo pasé muy bien, y todo en parte gracias a la compañía y los datos de mi amigo Luis, y el resto gracias al encanto del lugar. |
Pero al final me tomé de nuevo el colectivo y seguí a San Antonio de los Cobres con la esperanza de poder viajar desde ahí hacia el sur, por la Puna, hasta Antofagasta de la Sierra, lo cual no pudo ser, como se verá más adelante. |
San Antonio de los CobresSiguiendo hacia el oeste por la ruta 51 el camino sube en medio de muy lindos paisajes hasta el Abra de Muñaño, a unos 4000 metros de altura. Luego desciende suavemente, ya en plena Puna. El paisaje en esa región está dominado por el Nevado de Acay, que vemos en la foto en dirección N-S aproximadamente. El Nevado tiene casi 6000 metros de altura. |
Las torres de alta tensión que se ven en la foto corresponden a una línea que transporta energía desde Gral. Güemes, cerca de Salta, hasta la red de Chile. En Gral. Gúemes hay una central de ciclo combinado bastante moderna que quema gas proveniente de la cuenca del rio Bermejo, según me explicaron. Flor de obra, ¿no?.
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El de la foto es el GPS del siglo 19. Parece que en épocas pasadas el ferrocarril pasaba a Chile por Socompa y luego continuaba a Antofagasta. Pero no sé si ese ramal existe todavía en el lado chileno. Supongo que sí porque cada tanto pasa algún tren de carga pero también podría ser que transfieran los contenedores a camiones en la frontera. Ya lo averiguaré en el próximo viaje. |
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De San Antonio de los Cobres no diré mucho. Llegué hasta ahí porque me habían contado que había transporte por la Puna hacia el norte hasta Antofagasta de la Sierra, pasando por el Salar del Hombre Muerto. |
Pero no era así. De hecho desde San Antonio no hay transporte para ningún lado así que lo ideal para andar por ahí es alquilar un auto en Salta o en Jujuy, con lo cual uno puede recorrer la Puna de norte a sur desde La Quiaca hasta Antofagasta de la Sierra, pasando por Abra Pampa, Susques y todo eso. También con un coche uno puede aventurarse por el Abra de Acay.
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La ciudad, que es bastante grande, no tiene centro. De hecho el cruce de cinco esquinas que se ve en la foto es lo más parecido al centro del lugar. |
Si se preguntan desde donde tomé la foto, les cuento que desde un cerro que se encuentra al lado de la ciudad y desde el cual hay una vasta vista panorámica sobre la región. |
Cada tanto pasa por aquí el Tren a las Nubes, que continúa por unos treinta kilómetros más hasta el conocido viaducto de La Polvorilla. |
... pero en mi caso: la única forma de ir a La Polvorilla era ¡en taxi!. Como no me veía haciendo eso, pregunté si no se podía alquilar una bicicleta, pero tampoco fue posible.
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En fin, no me pregunten si al menos se come bien en San Antonio. Para cerrar el capítulo sobre una nota positiva, el Hostal del Cielo, en la calle Belgrano sin número y su gerente, Marcos, me atendieron muy bien. |
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Como soy una persona testaruda, desde San Antonio de los Cobres volví a tomar un colectivo que me llevó a Salta y otro que me depositó en Catamarca. Desde ahí volví a subir a la Puna para conocer Antofagasta de la Sierra y en ese intento pasé bastante frio . Si quiere saber más, cliquee en el lugar apropiado en el cartel vial. Otra posibilidad es regresar a la página principal de relatos de viajes. |