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Ahora seguimos la caminata sobre la morrena lateral del glaciar Viedma. En la foto se ve, al fondo, el borde del glaciar bastante cubierto con piedras sueltas. |
En esa zona se forman lagunas de distintos tamaños cuyo nivel de agua varía constantemente según la temperatura, que influye sobre el deshielo, y el movimiento del glaciar que hace variar los puntos de desagüe de las lagunas. |
Y finalmente llegamos a nuestro próximo sitio de acampe al lado de la laguna de los Esquíes o de los Témpanos, según el mapa que uno mire. |
Al fondo se ve el glaciar de donde se desprenden témpanos que se andan paseando por la laguna según el viento. El sitio de acampe es un lugarcito llano cerca del agua y protegido por unas piedras. |
En esta foto presenciamos una sesión de telecomunicaciones. Sucede que los guías llevaban consigo un pequeño transmisor y receptor de onda corta grande como dos paquetes de cigarrillos y alimentado con pilas, bastante "baja tecnología" pero sumamente efectivo. |
Con ese transmisor el grupo se comunicaba cada dia con el pueblo a horas predeterminadas. Como la onda corta requiere una antena extensa desplegábamos, por medio de los bastones, un cable de unos veinte metros de largo. En esos años ya existían teléfonos satelitales de la difunta red Iridium, de Motorola. Sin embargo esos teléfonos eran no solo carísimos sino que a veces resultaban totalmente inútiles como lo prueba la historia del italiano. |
Al dia siguiente el tiempo seguía pésimo. Entonces se decidió esperar un dia más ya que el Paso del Viento es muy ... ventoso |
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El dia después al menos no nevaba, así que emprendimos el ascenso hacia el Paso del Viento. En la foto registramos, con un poco de nostalgia, la última vista del glaciar Viedma. |
Durante el ascenso nos encontramos con dos jóvenes cordobeses que andaban por ahí y que proporcionaron otra de las anécdotas de la excursión. |
El ascenso fue bastante sacrificado debido al frío, al viento y a una sucesión de canaletas llenas de nieve volada en donde uno se hundía bastante. |
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Esta es la parte alta del Paso. Como se puede ver, un sitio bastante desolado. |
En la foto vemos, cerrando la marcha, al ya famoso italiano de los esquíes. |
Aquí iniciamos el largo faldeo del descenso hacia el glaciar Túnel. En la foto se ve además la laguna frontal del glaciar y, más lejos, el rio Túnel que continúa hasta el lago Viedma. |
Nosotros continuaremos descendiendo hasta la laguna y luego cruzaremos a la margen izquierda del rio. |
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El glaciar Túnel ahora visto desde el frente. La laguna frontal desagua a través de un desfiladero profundo que nosotros cruzaremos mediante una tirolesa. Desgraciadamente no conservo ninguna foto del muy impresionante cruce. |
Después de una noche reparadora en el camping Toro, subimos a la loma del Pliegue Tumbado ... |
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... desde donde tenemos una última vista del glaciar y el rio Túnel. |
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Un último vistazo al lago Viedma ... |
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... un esfuerzo más rumbo a una ducha y una buena cena después de más de una semana ... |
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... y, finalmente, aparecen a la vista el rio de las Vueltas y las primeras casas del Chaltén. |
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Y esto es casi todo: terminando de armar este relato me enteré de que, dos años después de esta excursión, nuestro guía, Frank Van Herreweghe, había muerto en un intento de ascenso en solitario al Fitz Roy, en enero del 2002. Frank, que venía de Bélgica, ese plano país, no vivía más que para la montaña y era ciudadano de la Patagonia por propia elección. Trabajaba como guía en el Chaltén donde tenía muchos amigos y era reconocido como un excelente escalador. Así que entonces dedicamos este relato a su entrañable recuerdo. |
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3-Salida por la Laguna de los Témpanos y el Paso del Viento |
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