¡Ah! ... concagua1a. etapa: de Mendoza a Puente del IncaMarzo de 2012. Este caminante tenía saudade de Aconcagua. Entonces decidí volver a visitarlo siguiendo las huellas del que fue mi primer viaje libre de adultos, a saber un campamento de cuasi fin de curso en el año 1964. |
En aquellos tiempos el Aconcagua estaba tirado ahí donde lo habían dejado. Hoy está dentro de un área protegida de la provincia de Mendoza: el Parque Provincial Aconcagua. Para ir y hacer actividades que duren más que el dia, hay que registrarse y cumplir con una serie de requisitos para obtener el permiso correspondiente. Y para eso hay que ir personalmente a la oficina del Parque Provincial en la ciudad de Mendoza. |
Como yo quería hacer el llamado "trekking corto" de tres dias, allá fuí. Hice mis averiguaciones y marché a Mendoza a que me den la patente. Por suerte cuando hice los planes para la excursión llamé por teléfono a la administración del parque porque naturalmente los horarios de la oficina y las fechas de apertura del parque que figuraban en la página no estaban actualizadas. |
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En 1964, un año antes de terminar el colegio secundario, algunos compañeros de curso organizamos un campamento de verano. Viajamos hasta Mendoza en tren, en el ferrocarril San Martín, y luego seguimos como pudimos por el valle del rio Mendoza hasta el pueblo fronterizo de Las Cuevas. Esa fue la primera vez que viajaba sin adultos y que ponía mis pies fuera de la provincia de Buenos Aires. Me acuerdo que desde el tren, por la mañana poco antes de llegar a Mendoza, veía por la ventanilla lo que creía que eran grandes nubes en el horizonte. Cuando me di cuenta de que las tales "nubes" no eran sino la cordillera nevada a la distancia, la fuerza de esa imagen, que siempre conservo en mi cabecita, me causó una impresión extraordinaria y me dije a mi mismo que ese, las montañas, quizás fuera mi paisaje. Y eso es algo que no ha cambiado. |
Después de obtener el permiso de trekking en la oficina del Parque Provincial, gasté unas horas caminando por Mendoza antes de seguir viaje. |
Lo primero que hice fue ir hasta la antigua estación de tren para ver si podía reencontrarme con la sensación del mítico arribo de hace casi 50 años ... |
... y así fue. Reconocí casi inmediatamente lo que resta de la estación. Al contrario de otras provincias, los mendocinos no parecen tener nostalgia de ese ferrocarril que, sin embargo, fue uno de los principales causantes de su actual prosperidad. Ya dice la cueca que "mucha nostalgia / me da cefalgia" |
Ahora están construyendo ahí un tranvía cuya terminal se encontrará en la antigua estación de tren. Ojalá que esté equivocado respecto de la ausencia de nostalgia ferroviaria mendocina y que, dentro de un par de años, podamos ver la estación restaurada, aunque le agreguen un paseo de compras. |
Para acercarse al Aconcagua hay que tomar algún bus de los que van por la ruta N7 rumbo a la cordillera, hasta uno de los pueblos cercanos al parque provincial que son Puente del Inca, unos 3 km rio abajo de la entrada al parque. o Los Penitentes, 6 o 7 km. más lejos. |
Yo elegí Puente del Inca porque es un pueblo mas antiguo y porque queda mas cerca de la entrada del parque. Mucha gente se aloja en Penitentes, en donde debe haber más oferta y de mejor calidad. Pero Penitentes es un centro de esquí así que, fuera de temporada, parece un centro de esquí fuera de temporada. |
En cambio Puente del Inca nunca está de temporada. Al igual que Mendoza, Puente del Inca es, como como tantos pueblos, en parte un producto del ferrocarril, en este caso del ferrocarril trasandino de Mendoza a Los Andes, inaugurado en 1910 y abandonado en los años 80. |
El ferrocarril utilizaba unas poco comunes locomotoras a vapor Kitson-Meyer de las cuales se decía que una de ellas se podía ver aún del lado chileno, en la ciudad de Los Andes. Es por eso que después de mi sofocante caminata de avistaje del Aconcagua, seguí viaje hasta Chile en donde, además de la locomotora, me encontré frente a una sorprendente máquina barrenieve capaz de barrer la nieve que tapa el propio camino al infierno. |
La principal atracción de Puente del Inca es ... el Puente del Inca, es decir un puente natural de piedra calcárea por sobre el rio Las Cuevas, el cual (el rio, claro) es un afluente del rio Mendoza. En el lugar hay vertientes de agua tibia cargada de sales. A principios del siglo pasado, cuando estaban muy de moda los baños termales, el lugar cobró cierta notoriedad que llegó, dicen, hasta Europa. |
Entonces, aprovechando la llegada del tren, fue construído un hotel, dicen que bastante lujoso, que incluía las cabinas para baños que se ven en la foto y que parecen mazmorras. Ahora el hotel se encuentra en ruinas y las salas de baños, abandonadas, ya son parte indisociable del paisaje. |
Durante el dia llegan al pueblo oleadas de visitantes de paso que se detienen para ver el Puente. |
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Los visitantes son recibidos por hacendosos comerciantes que les ofrecen objetos diversos, por decirlo de algún modo. Esta actividad es parecida, en más chico, a la del camino de ascenso hacia la célebre abadía del Mont Saint Michel, en Normandía. |
Una antigua guía Michelin decía de esta actividad comercial que "el visitante indulgente se dirá a si mismo que, ya en la época de las más fervientes peregrinaciones de la edad media, esta industria local mostraba la misma fogosidad emprendedora" |
Pero la industria de los souvenirs tiene en Puente del Inca un producto único: |
Desde hace décadas la gente del lugar canalizó una vertiente que parece contener calcita y óxido de hierro ... |
Entonces dejan todo tipo de objetos expuestos durante semanas al goteo de la vertiente ... |
... con el resultado de que los cacharros terminan completamente recubiertos de un material opaco, áspero y anaranjado, como si estuvieran hechos de ese material. |
Detrás de la estación está este edificio de los años 50 que alojaba al Correo, a los Telégrafos y a sus respectivos jefes. Hoy está ahí el Hostel El Nico, dormidero muy respetable, cuyo concesionario se las sabe TODAS sobre la región. |
En el mismo edificio funciona también la oficina-museo del Correo Argentino, desde donde uno puede enviar postales que saldrán al mundo con bonitas estampillas de la época de la economía real y un matasellos alegórico. Yo, que no puedo resistir a esas cosas, mandé postales a mis nietos que se preguntarán porqué su abuelo hizo eso. |
Como el Parque provincial Aconcagua se encuentra a cierta altura, alrededor de 2700 metros, vale la pena intentar aclimatarse un poco antes de ir. Ya que Puente del Inca está casi al mismo nivel , es un buen sitio para quedarse un dia o dos y hacer algo de actividad. |
Este ingeniero anduvo caminando bastante por las vias del antiguo ferrocarril ... |
... y se emocionó cruzando algún que otro viaducto caminando sobre los durmientes. |
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Al caer el dia, después del último autobús, cuando ya casi nadie se detiene en el pueblo y que los comerciantes empacan y desaparecen, ... |
... entonces es el momento de sentarse en el umbral del Nico a tomarse unos mates con alguno, cuidándose de eso que el atardecer no lo torne a uno locuaz y tonto. |
Después de pasar un par de noches en el Nico, este viajerito armó una mochila con carpa, bolsa de dormir, ropa, calentador, combustible y comida (18 kg.!!), y se preparó para ir al Parque provincial a ver qué onda. (Resultó ser que parece que en el Parque provincial no queda nada de oxígeno) Si desea ver cómo me las arreglé en el resto del viaje, cliqueando en las fotitos de aquí abajo podrá acceder a los relatos de las distintas etapas. Como siempre, otra posibilidad es regresar a la página principal donde se encuentran, entre otros objetos, relatos de otros viajes. |