Cafayate
Cafayate crece y crece. Los motores son el turismo y el Cabernet. Tanto es así que ahora las bodegas ... ¡cobran por las visitas!. En los buenos viejos tiempos ... bueno, lo pensé mejor y no digo nada.
También había en Cafayate un simpático Museo del Vino pero ahora estaba cerrado y en plena remodelación, incluyendo el edificio. Así que veremos cuando se reabra si no lo marketinizan demasiado.
Cafayate se encuentra en el punto más bajo de los Valles, en el sitio donde confluyen los rios Santa María, que viene del sur, y el Calchaquí que viene del norte y dan nacimiento al Rio de las Conchas, que corre hacia el este hacia el valle de Lerma.
La Quebrada de las Conchas, que se ve en la foto de abajo, es una de las puertas de entrada naturales, y la menos elevada, a los Valles Calchaquíes.
Por la Quebrada de las Conchas pasa la carretera principal que comunica a Cafayate con Salta.
El terreno de la Quebrada es sedimentario, es decir blando, y ha sido modelado por las lluvias y los vientos de modos bastante fantasiosos:
... profundas cortaduras,
... las capas sedimentarias aparecen ahí, de todos colores, como en los libros.
Otro sitio que vale la pena visitar alrededor de Cafayate es la quebrada del rio Colorado. Este es uno de los cursos que proviene del oeste y que trae agua todo el año. El valle está lleno de lugares encantadores, incluyendo piletones profundos y piedras estratégicas para tomar sol, mate u otras cosas.
También "dicen de que" hay tres bonitas cascadas pero si quiere verlas no haga como yo y vaya para allá temprano. Tenga en cuenta que desde la ciudad hasta el inicio del valle hay seis kilómetros y que la caminata se lleva el dia.
Pero el agua del Colorado no llega al rio Calchaquí sin antes haber sido transformada en vino. Ahora en la zona hacen cada vez más Cabernet y también Malbec y se ve muchísimo viñedo nuevo. Hasta el punto en que el tradicional Torrontés parece haber disminuído.
Aquí cabe entonces una solemne declaración:
"Los vinos tintos de Cafayate podrán ser buenos, o aún muy buenos, pero saben a ... vino. En cambio el fresco, frutado Torrontés sigue siendo el sabor que distingue a Cafayate de cualquier otro sitio del mundo".
He dicho.
Angastaco
Salí de Cafayate hacia el norte rumbo a Angastaco por la ruta 40. En ese intento pasamos por el pueblo de San Carlos.
De ahí en adelante se acaba el pavimento y la ruta 40 tiene en algunos tramos el ancho de una calle. Anda por ahí la idea de que la ruta, entre Cafayate y Cachi, es extremadamente mala, lo cual es una exageración. Es una lástima porque los paisajes son hermosos y la falta de pavimento, la relativa soledad y la virginidad del paisaje son más razones para recorrerla ahora, mientras sigue así.
Justo antes de llegar a Angastaco el paisaje toma un relieve particular.
Al pasar el paraje conocido como "Corte el Cañón", aparece a la vista la confluencia del rio Angastaco con el Calchaquí.
El rio es uno más de los cursos permanentes que fluyen desde el oeste.
El centro de la vida del pueblo es la plaza rodeada por el cuartel de policía, el centro de salud, una sala municipal de reuniones, la hostería y la iglesia.
Hacia el oeste, a lo largo del rio, hay una pequeña capilla en medio de unas casas. La gente se refiere a esa zona como "pueblo viejo". A continuación hay una gran cantidad de chacras, quintas y viñedos.
Supongo que a eso se debe que en Angastaco no parecen faltar los productos frescos y que hay todo el tiempo un cierto nivel de actividad y de animación.
Cuando pase por ahí, no deje de detenerse un rato en el "Corte del Cañón", sobre la ruta 40. En el punto más alto se puede ver que la carretera se eleva desde el sur saliendo de un paisaje seco y torturado ...
... para después zambullirse hacia el norte en el paisaje verde que dibuja el rio Angastaco.
Si a eso agregamos los pliegues del terreno a 45 grados y, al fondo, las altas sierras que separan al valle de la Puna al oeste, tenemos un paisaje bastante grandioso.
Es difícil capturar eso en fotos pero yo no puedo resistir hacer un intento con esas anticuadas vistas panorámicas:
Angastaco es el único pueblo que conozco que lo recibe a uno con un poema:
Así que, de entrada, uno está obligado a formarse un concepto sobre "el blanco corazón de la Luna" y, más importante aún, sobre el vino del lugar.
Siguiendo el consejo del poeta hice mis propia investigación. Estoy en condiciones de revelaros que se hace en Angastaco un excelente vino patero, de bastante graduación, ajerezado y muy suave. Yo no sé si mientras me lo tomaba pisaba el blanco corazón de la luna pero sí que lo tomé junto con riquísimas empanadas en un comedor que se llama "Rincón Florido" mientras charlaba con el esposo de la dueña, albañil y autor de zambas.
Me decidí a cerrar el tramo de Angastaco con esta foto de un paraisito. Este viñedo, bastante añejo, está pegado a la ruta 40. Al lado hay una huerta y enfrente, del otro lado de la carretera que en ese lugar es una simple calle de tierra, están las casas encima de una pequeña elevación. Cuento esto para tratar de procesar la copiosa envidia que me produjo la vista de esta finca.
Ahora bien, pa' terminar les cuento que en Angastaco comienza la peculiaridad conocida como "La Nada-Vial Salteña" que consiste en que, si bien hay transporte público en el sur del valle, desde Amaicha hasta Angastaco, y en el norte, desde Molinos hasta La Poma, no hay nada, pero nada de nada entre Angastaco y Molinos . Así que entre Angastaco y Molinos hay que arreglárselas como se pueda.
Y esto no sólo es cierto para el transporte de línea. También es verdad para los circuitos turísticos donde lo que predomina son los "paquetes" entre Salta y Cafayate y entre Salta y Cachi con las consabidas pernoctaciones en Salta, en lugar de un mucho más atractivo circuito Salta - Cafayate - Cachi - Salta.
Molinos
De entre todos los pueblos de los Valles, Molinos es el que ofrece la perspectiva arquitectónica más "canónica" en el sentido colonial. La foto de abajo es una vista tomada al atardecer desde la
ruta 40.
El pueblo tiene una plaza "cívica"
con la municipalidad y el colegio alrededor. Pero el centro histórico del lugar es una placita formada entre la iglesia y la casa de los antiguos encomenderos, o señores feudales.
La antigua casa señorial está muy bien restaurada y hoy funciona como hostal y restaurant.
La casa, construída en el siglo 17, perteneció a Nicolás Severo de Isasmendi, último gobernador colonial de Salta, muerto en 1837.
La iglesia, muy bonita con sus contundentes campanarios y el balcón sobre el pórtico, también data del siglo 17.
De la plaza formada por la casa de Isasmendi y la iglesia, nace una calle con todas las fachadas, a ambos lados, muy bien restauradas.
El conjunto es realmente muy lindo. Solamente se le puede reprochar que está un poco falto de vida. Un café con terraza o algo así sería muy bienvenido, estoy seguro. En realidad, mirando de cerca, uno puede ver que algo así como la mitad de las casas que bordean esta calle están, detrás de sus fachadas, abandonadas.
La iglesia conserva un púlpito y un retablo que parecen ser muy antiguos, todos con ese aire barroco cuzqueño.
En una de las alas del crucero se encuentra un nicho que, según dicen, alberga la momia (¡!) del encomendero Isasmendi. Encima de ella se encuentra una lápida reciente que detalla el C.V. de don Nicolás Severo, sumamente edificante.
El patio de la casa de Isasmendi es magnífico y parte del mérito corresponde al antiquísimo algarrobo, que debe haber visto pasar unas cuantas.
Si el hotel tuviera en ese patio un café abierto al público, estoy seguro que muchas excursiones a los Valles Calchaquíes quedarían interrumpidas, pero nó malogradas, aquí
En la casa se encuentra una interesante colección de objetos arqueológicos provenientes de los pobladores originarios. Esa colección pertenece a un museo de Salta que aún no decidió qué hacer con ella.
Mientras tanto la colección se encuentra bajo la custodia del hotel, cuyo gerente accedió muy amablemente a dejármela visitar.
En contraste con la muy buena restauración del núcleo histórico, la municipalidad está alojada en un edificio lamentable que se encuentra en un estado lastimoso.
En fin, imaginemos que están proyectando un nuevo edificio ...
En Molinos convergen dos rios: el Seclantás, que cuando yo estuve ahí estaba seco, y el Molinos que traía abundante agua. Ambos rios se unen cerca del pueblo y corren juntos en dirección hacia el este unos pocos kilómetros hasta volcarse en el Calchaquí que, como sabemos, corre de norte a sur.
A menos de veinte kilómetros al norte de Molinos, en las estribaciones del valle del Calchaquí, se encuentran las ruinas del Churcal. Se trata de un importante sitio arqueológico que fue excavado y estudiado en los años 30 por la universidad de La Plata y de donde se extrajeron hermosas piezas de cerámica que se encuentran en varios museos y principalmente en el de La Plata ...
Actualmente las ruinas, de gran extensión, ya no son visitadas por casi nadie y sólo muestran restos de paredes y, aquí y allá, pequeños trozos de cerámica. A mí me resulta siempre bastante sugerente el vagar en medio de esas ruinas donde, hace un tiempo, tanta gente se agitaba y se preocupaba por diversas cosas "importantes".
La caminata al Churcal me dio la ocasión de pispear las zonas más rurales. Al contrario de Angastaco, en Molinos casi no hay viñedos, ni quintas ni granjas. De hecho en el pueblo me contaron que prácticamente toda la comida proviene de afuera.
Y no parece que sea por falta de tierra o de agua, ya que a lo largo del Calchaquí pude ver una región de al menos treinta kilómetros de vegas de un buén kilómetro de ancho entre el rio y las primeras lomas, llena de plantaciones, regadas desde el rio.
Pero lo que producían cuando yo anduve por ahí era casi exclusivamente alfalfa y cebolla que eran vendidas fuera de la región.
Como resultado de todo esto Molinos, con todo su atractivo arquitectónico, tiene mucho menos movimiento y animación que Angastaco. En fin, quizás el pasado feudal aún está ahí.
Por suerte en Molinos se termina la Nada-Vial Salteña y hay transporte público para Cachi y Salta. También desde Cachi se puede viajar a La Poma, pueblo de volcanes y terremotos y fondo de los Valles, pero esa es otra historia que publicaremos a su debido tiempo.
