DICEN DE QUE ... el poeta Paul Valéry escribió que "hay una ciencia de las cosas simples y un arte de las cosas complicadas". El conflicto palestino-israelí es tan inextricable que bien vale la pena conocer la opinión que un artista como el músico argentino-israelí Daniel Barenboim tiene al respecto.


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18 y 22 de junio de 2012

Entrevista del Spiegel con Daniel Barenboim

 

"Necesitamos un siquiatra" (*)

Parte 1

El mundialmente famoso director de orquesta argentino-israelí Daniel Barenboim se destaca por sus firmes puntos de vista sobre el proceso de paz en Medio Oriente y también por ejecutar música de Wagner en Israel. En una entrevista con el Spiegel explica porqué la antipatía israelí contra Wagner es ridícula y argumenta también que Israel no debería depender demasiado de la ayuda de Alemania ni de la de los Estados Unidos.

SPIEGEL: Sr. Barenboim, ¿porqué lucha usted para interpretar la música de Richard Wagner en Israel? Ningún otro compositor es allí tan odiado como este compositor alemán antisemita.

Barenboim: A mí me resulta triste que el Israel oficial se rehúse de modo tan obstinado a permitir que Wagner sea interpretado, tal como aconteció una vez más en la Universidad de Tel Aviv hace dos semanas, porque veo esto como un síntoma de una enfermedad. Las palabras que yo empleo son rudas pero lo hago de modo deliberado: Hay una politización de la conmemoración del Holocausto y esto es algo terrible.

SPIEGEL: Aclare por favor lo que quiere decir.

Barenboim: Cuando en 1952 llegué a Israel desde Argentina, a los 10 años de edad, nadie hablaba del Holocausto. Para los sobrevivientes la catástrofe era aún demasiado reciente y los jóvenes israelíes deseaban crear un nuevo judaísmo. Querían demostrar que los judíos no sólo eran capaces de ser artistas o banqueros sino que también podían dedicarse a la agricultura y al deporte. Ellos miraban hacia adelante y no deseaban hablar del sufrimiento de sus padres.

SPIEGEL: ¿Y ésto cuando cambió?

Barenboim: Con el enjuiciamiento de Adolf Eichmann en Jerusalém en 1961(**). El primer ministro David Ben-Gurion pensó en ese momento, acertadamente, que era necesario que los israelíes tuvieran la experiencia de lo sucedido sobre la base del ejemplo de uno de los autores. Ver todo el salvajismo, la frialdad y la inhumanidad de la Shoah en este individuo, Eichmann, era increíble. Esa fue la primera vez que yo, así como mis amigos de la escuela, pensamos en la 2ª Guerra Mundial de modo preciso. De repente todos estaban diciendo: "debemos hacer algo para que algo así no vuelva jamás a suceder.

SPIEGEL: ¿Había algo malo en eso?

Barenboim: Claro que nó, pero al mismo tiempo surgió un malentendido, a saber, que el Holocausto, del cual se derivó finalmente la reivindicación de Israel por parte de los judíos, tuviera algo que ver con el problema palestino. Seis años después del juicio de Eichmann, estalló la guerra de los Seis Días y después de esta guerra Israel fue distinto que antes. Mientras que hasta entonces no había habido disputas sobre las políticas de desarrollo del gobierno, después de la victoria de 1967 surgió un áspero debate: ¿Los territorios ocupados por Israel debían o nó ser devueltos? ¡Los judíos ortodoxos llegaron hasta decir que no se trataba de territorios ocupados sino de regiones bíblicas que habían sido liberadas!. De ahí creció una enorme alianza, la misma alianza entre la derecha y los judíos ortodoxos que hoy gobierna en Israel.

SPIEGEL: ¿Y qué tiene que ver esto con Richard Wagner?

Barenboim: Bien, desde la guerra de Seis Días los políticos israelíes establecieron una y otra vez una conexión entre el antisemitismo de los europeos y el hecho de que los palestinos no aceptan la creación del estado de Israel. ¡Pero esto es absurdo! Los palestinos no eran básicamente antisemitas sino que simplemente no aceptaron ser expulsados. Pero el antisemitismo europeo viene desde mucho mas atrás que la partición de Palestina y la fundación de Israel en 1948. Inclusive viene desde antes del Holocausto. Basta con recordar los pogroms en Rusia y en Ucrania, el caso de Dreyfus en Francia y el antisemitismo de Richard Wagner. No hay relación entre el problema palestino y el antisemitismo europeo, salvo que ahora se quiere que los palestinos paguen por culpas históricas. Es posible que muchas personas en Israel crean que Wagner, que murió en 1883, vivió en Berlín en 1942 y era amigo de Hitler.

SPIEGEL: Su nuera Winifred corrigió esta omisión más tarde. Ella fue confidente de Hitler y el dictador era un huésped habitual en Bayreuth, que es sitio del Festival anual consagrado a las óperas de Wagner.

Barenboim: Yo tengo el mayor de los respetos por los sobrevivientes del Holocausto. Nos es imposible siquiera imaginar lo que esas personas tuvieron que atravesar. Pero ellos tienen posiciones diversas. Piense por ejemplo en el caso de mi amigo el poeta húngaro Imre Kertész, que es un sobreviviente del Holocausto. Apenas dos semanas después de habernos conocido me preguntó: ¿Podría usted conseguirme entradas para Bayreuth?
Yo respeto el hecho de que haya sobrevivientes que no puedan o que mucho menos quieran escuchar esta música. Pero no creo que una orquesta interpretando a Wagner en Tel Aviv o Jerusalem pueda causar algún daño a alguien que está sentado en su casa en Haifa.

 

SPIEGEL: ¿Qué es lo que le fascina de Wagner? ¿Porqué Wagner impresiona tanto a los intelectuales?

Barenboim: Wagner aprovechó al extremo todas las formas de expresión a disposición de un compositor; armonía, dinámica, orquestación. Su música es sumamente emotiva y al mismo tiempo Wagner ejerce un control extraordinario sobre el efecto que logra. Es por ésto que hay un rasgo manipulativo en la música de Wagner, lo que no quiere decir que no sea honesta. De hecho creo que ella es totalmente honesta al mismo tiempo que manipulativa.

SPIEGEL: ¿Acaso esto explica la afinidad de los nazis por su música?

Barenboim: No podemos hacer a Wagner directamente responsable por esta conexión. Pero Wagner fue un terrible antisemita. Su ensayo de 1850 "El judaísmo en la Música" es uno de los peores panfletos antisemitas de todos los tiempos. Hitler hizo de Wagner un profeta pero, naturalmente, no se puede responsabilizar a Wagner por el modo en que Hitler reinterpretó aún las peores cosas que Wagner escribió sobre los judíos . Claro que yo entiendo las asociaciones que algunas personas pueden hacer con los nazis cuando oyen algo como Lohengrin.

SPIEGEL: ¿Cómo vino a suceder que usted y su "West-Eastern Divan Orchestra", que reúne a jóvenes músicos árabes e israelíes, interpretara a Wagner?

Barenboim: Son los músicos quienes lo quisieron. Yo les dije: "de acuerdo, pero debemos conversar sobre la cuestión". Para mí era importante que no lleváramos a ninguno de los músicos de interpretar la música en contra de su voluntad.

SPIEGEL: ¿La iniciativa provino de los árabes?

Barenboim: Al revés, fueron los israelíes. Los músicos de los bronces. Wagner es bastante exigente para la sección de los bronces. Pero yo le expliqué a la orquesta el significado musical de Wagner, que es un músico que no puede ser ignorado.

SPIEGEL: Sr. Barenboim, ¿es usted un patriota israelí?

Barenboim: ¿Qué es ser un patriota israelí? ¿Qué hay hoy de lo cual enorgullecerse? ¿Cómo puede uno ser un patriota en un país que ha ocupado territorio extranjero durante los últimos 45 años? Un país que no puede aceptar un relato diferente de los últimos 60 años. Sí, los palestinos podrían haber aceptado la partición de Palestina el 29 de noviembre de 1947, y esto es precisamente lo que no hicieron porque pensaron que la partición era injusta. ¿Porqué es que no podemos aceptar esto como un hecho histórico y dar vuelta la página? Esto es simplemente inhumano.

SPIEGEL: Usted es indulgente con los árabes pero los vecinos de Israel tienen un comportamiento hostil. ¿Acaso no fue el presidente de Irán Mahmoud Ahmadinejad quien dijo que deseaba borrar del mapa a la "Entidad sionista"?

Barenboim: Yo no soy cándido y sé perfectamente que no existe un solo árabe o musulmán en el mundo capaz de decir: "Debe haber un estado judío en Medio Oriente". Pero ¿porqué dirían algo así?. La estrategia de Israel no puede consistir en confrontar constantemente a los palestinos con la historia del Holocausto en lugar de mostrarles que Israel es una realidad. Nosotros cometimos errores y ustedes también los cometieron pero ustedes al igual que nosotros aquí estamos. Hagamos la paz, una paz justa para todos. Quizás sea demasiado tarde para eso, pero ¿quién sabe?

SPIEGEL: ¿Porqué este conflicto parece tan insoluble?

Barenboim: Porque nadie lo ve por lo que realmente es. En realidad todos saben cómo se termina con esta historia: La retirada de Israel a las fronteras de 1967 y una solución viable sobre el estatus de Jerusalem, las fronteras y los retornados. Pero no es este un conflicto que pueda ser resuelto políticamente y tampoco militarmente. Es un conflicto humano en el que dos naciones están profundamente convencidas de tener derecho al mismo pedazo de tierra. No hace falta un Cuarteto de Medio Oriente compuesto por la Naciones Unidas, los rusos, los europeos y los norteamericanos. Lo que necesitamos es un siquiatra.

SPIEGEL: ¿Y esto ayudaría?

Barenboim: Estoy seguro de que hay muchos israelíes que sueñan con despertarse un dia para descubrir que los palestinos se fueron. Y muchos palestinos que sueñan con irse una noche a la cama y despertarse la mañana siguiente y enterarse de que los israelíes se fueron. Un hombre tiene seguramente derecho a soñar que duerme con Marilyn Monroe. Pero cuando se despierta está obligado a reconocer que está casado con una persona diferente.


Parte 2

"No es la bomba atómica lo que hace de Israel un país seguro"

SPIEGEL: El Primer Ministro Benjamin Netanyahu gobierna actualmente con una mayoría de dos tercios de la Knésset (***), lo que es inusual en una democracia parlamentaria. ¿A usted le preocupa que en Israel no haya una verdadera oposición?

Barenboim: Creo que el mayor error cometido por los últimos gobiernos es el de no haber tenido una verdadera estrategia y que actuaron simplemente de modo táctico: Usted me promete ésto y entonces yo le prometeré aquello. A largo plazo la seguridad de Israel depende de una sola columna: La aceptación del país por parte de los palestinos. No es la bomba atómica lo que hace de Israel un país seguro.

SPIEGEL: ¿Qué piensa del hecho de que Alemania proveyó a Israel submarinos que están aparentemente equipados con misiles nucleares?

Barenboim: Lo único que puedo decir es que es absurdo prohibir a Wagner al mismo tiempo que se compran submarinos alemanes. Alemania se ha ocupado de su pasado de modo ejemplar. Esta es la única razón por la que yo puedo, como judío, vivir en Alemania. Pero a pesar de lo impresionado y agradecido que estoy respecto al modo en que Alemania se relaciona con su pasado, no puedo dejar de ver que Alemania es prisionera de su pasado. Alemania nunca será un amigo de Israel de verdad, libre de sus pensamientos y libre de sus sentimientos, porque siempre se encontrará con esta sombra. Observe cómo eran los sentimientos del mundo en relación con Israel y con los palestinos hace 40, 20, 10 años y cómo son esos sentimientos hoy. La reacción de muchos israelíes es que el mundo ha estado siempre en contra de ellos. Pero yo no pienso que el mundo es constantemente antisemita. Pocas veces la moral y la estrategia han caminado juntas de la mano como lo han hecho en el caso de nuestro conflicto. Existen muchos palestinos que podrían haber aceptado la realidad de Israel. Los pesimistas hoy dicen que el tiempo de una solución con dos Estados ya pasó. Si esto fuese así, ¿podemos verdaderamente pensar que un único Estado pueda funcionar en territorio palestino, después de todo el odio sembrado? Si continuamos en esta línea no lograremos ninguna solución en absoluto.

SPIEGEL: Se dice que la Canciller de Alemania Angela Merkel tiene mucha influencia sobre Netanyahu. ¿Cree usted que la Canciller aprovecha por completo esta ventaja?

Barenboim: Les he planteado la siguiente pregunta a tres Cancilleres alemanes: "Considerando nuestra historia en común, que se extiende mucho más allá de los terribles 12 años entre 1933 y 1945, ¿piensa que usted debería ayudar a los judíos a resolver su problema con los palestinos? ¿Cuál es su visión al respecto? ¿Cómo puede un Canciller de Alemania indicar a los israelíes el modo de resolver sus conflictos?

SPIEGEL: ¿Le inspira confianza la declaración de Merkel de que la seguridad de Israel es una parte de los intereses nacionales de Alemania?

Barenboim: Creo que es una declaración moral totalmente honesta. Pero la historia demuestra que el matrimonio entre la moral y la política es accidentado. Si yo fuera Primer Ministro israelí no contaría a largo plazo con tal declaración. Y existe una razón histórica: en los años 50 fue Francia la que hizo posible que Israel desarrollase su programa nuclear. Pero en los 60 el entonces Presidente Charles de Gaulle se dio cuenta que eso era contrario al interés estratégico de Francia ya que el país necesitaba petróleo de los árabes. Entonces dijo basta.

SPIEGEL: E Israel recurrió a los Estados Unidos.

Barenboim: Y es exactamente ahí en donde hoy se encuentra Israel. Es algo así como el 51º estado de los EEUU. Esto debería preocupar al gobierno israelí. Es verdad que Israel tiene una fuerte influencia en Washington pero, al mismo tiempo, veo cómo la hegemonía norteamericana disminuye y en qué medida el crecimiento económico del mundo se desplaza hacia países bien diferentes, como China, India y Brasil. Y me pregunto: ¿Donde está la influencia judía en Beijing, Nueva Delhi y Brasilia?

SPIEGEL: En julio usted y su West-Eastern Divan Orchestra tocarán como invitados en Londres, donde interpretarán todas las sinfonías de Beethoven incluyendo, en el día de la apertura de los Juegos Olímpicos, la Novena. ¿No es esto simplemente un acto de arrojo?

Barenboim: Naturalmente. Los israelíes y los árabes componen cada uno 40 por ciento de la orquesta y ninguno de ellos representa a su gobierno. Nosotros somos una alternativa pensante.

SPIEGEL: O una verdadera utopía

Barenboim: Yo prefiero verlo como una medicina alternativa. No actúa igual de rápido pero lo hace de otra manera. En primer lugar un israelí que considere que su gobierno está haciendo todo bien no debería pertenecer a la Divan Orchestra. Es por eso que aquellos árabes que no permiten que nuestra orquesta toque en sus países cometen un error. Ellos no desean diferenciar entre distintos grupos de israelíes. También yo recibo constantemente sus ataques.

SPIEGEL: El caso más reciente en abril, cuando Qatar los excluyó de un festival.

Barenboim: Los conciertos fueron pospuestos debido a la situación en Siria. Pero muchos árabes no han aprendido nada del gran Edward Said, con quien fundamos la orquesta, a saber que los palestinos no pueden negar el Holocausto. Yo comprendo claramente que los palestinos boicoteen a las instituciones israelíes. Pero que ellos boicoteen a individuos israelíes que toman expresamente distancia respecto del gobierno de Israel es algo que yo no comprendo.

SPIEGEL: En su concierto del año pasado en la ciudad de Gaza usted tuvo que prescindir de la Divan Orchestra y llevar en su lugar músicos de la Staatskapelle de Berlín y de las Filarmónicas de Berlín y Viena. Pero en definitiva usted ahí estuvo.

Barenboim: Y recibí el que quizás fue el más bello elogio de mi carrera musical. Un hombre me agradeció tan efusivamente y tantas veces por nuestra interpretación que acabé preguntándole qué lo hacía tan feliz. Y me dijo: "Nosotros nos sentimos como si el mundo nos hubiera olvidado. Nos ayudan con suministros y nosotros estamos agradecidos por ello. Pero el haber venido usted aquí con su orquesta nos hace sentir que somos seres humanos."

SPIEGEL: Sr. Barenboim, gracias por esta entrevista.

Entrevista realizada por Joachim Kronsbein y Bernhard Zand. Traducida al inglés [en la versión del Spiegel Online International] por Christopher Sultan.


NdT
* El título del reportaje en la versión inglesa es "Los alemanes son prisioneros de su pasado" pero a mí me gustó más este título que es el que lleva el reportaje en alemán
** Adolf Eichmann fue secuestrado en Argentina en 1960 y fue juzgado, condenado por crímenes contra la humanidad y ejecutado en Israel en 1962.
*** Knésset: Parlamento de Israel