El archipiélago de Chiloé

Relato de un viaje al archipiélago de Chiloé del mes de abril de 2008.

Para ubicarnos les cuento que el archipiélago de Chiloé se encuentra en el sur de Chile, entre el continente y el océano Pacífico, unos 1200 kilómetros al sur de Santiago. Para aquellos que conocen Argentina, Chiloé se encuentra un poco al sur de Bariloche. La isla principal tiene unos 200 km de largo, el extremo norte se encuentra mas o menos a la latitud del Bolsón, y el extremo sur a la de Esquel.

Fuí a Chiloé desde Bariloche en bus: un primer tramo hasta Puerto Montt pasando por Villa La Angostura, el paso de Puyehue y Osorno. Debido a los controles fronterizos este tramo insume unas ocho horas.
Luego un segundo tramo desde Pto. Montt hasta Castro, cruzando el canal de Chacao, que separa a la isla de Chiloé del continente. Este tramo lleva, si mal no recuerdo, unas tres horas.

Para los que amamos los procedimientos, acá incluyo un mapa de carreteras de la región:

 

El cruce en ferry del canal del Chacao, que separa la isla grande de Chiloé del continente, es agradable y da la oportunidad de tomar un poco de aire fresco.
 

 

A la llegada la isla aparece ondulada y muy verde. No sorprende que los primeros exploradores españoles, que descubrieron el archipiélago a mediados del siglo 16, la hayan llamado Nueva Galicia.
Alonso de Ercilla y Zúñiga, autor de "La Araucana", poema épico que narra la Conquista y Guerra de Arauco, escribió sobre estas islas:
 
"Era un ancho archipiélago  poblado
de inumerables islas deleitosas,
cruzando por el uno y otro lado
góndolas y piraguas presurosas
marinero jamás desesperado
en medio de las olas fluctuosas
con tanto gozo vio el vecino puerto
como nosotros el camino abierto".

 

El ferry llega al puerto del Chacao, una bahía en el extremo noreste de la isla. El viaje a Castro, que es la capital del archipiélago, continúa por carretera.

La parte más poblada es la costa este donde el mar parece bastante calmo y que está repleta de islas y puertos naturales.

Castro fue fundada en 1567 como Santiago de Castro. Durante muchos años fue la ciudad más austral de América. Hasta la independencia de Chile, y después también, Chiloé pertenecía al virreynato del Perú y desde el punto de vista militar a la Capitanía de Lima

Castro está situada en un fiordo en una especie de punta, algo elevada, entre dos rías. Así que la ciudad ofrece bonitas vistas sobre el mar.
En Castro, así como en todas las poblaciones por las que pasé, hay muchos alojamientos simples para turistas. El de la foto, donde estuve un par de dias, es más que recomendable.

 

En Chiloé, como en toda la región de los Lagos, las construcciones son de madera. Las más modernas están revestidas con chapa metálica o con madera de pino.
Pero quedan muchas casas revestidas con tejuelas de alerce. Esto en Argentina ya casi no se vé porque el alerce es un árbol protegido desde hace muchos años.

 

El puerto apretado entre la colina y el mar ofrece vistas muy bonitas.

 

El aspecto más característico de Castro son sus casas sobre palafitos.
Vistas desde la calle parecen casas como todas ...

 

... pero lado ría, las cosas cambian. Según me contó un vecino este modo de construcción es ancestral, es decir que data de la colonización. Parece ser que las embarcaciones eran el método de transporte más utilizado, no solo por los aborígenes sino también por los colonos.

 

La construcción sobre palafitos da lugar a rincones realmente muy bonitos.
 

 

Esta es una vista de la ciudad como luce cuando uno llega desde el norte.  

 

Y más casas sobre palafitos. La mejor hora para verlas son las de la mañana, ya que la mayoría de los grupos de casas están orientados al este.  

 

Esta es la iglesia de San Francisco. Como todas las iglesias de Chiloé, está hecha en madera. Esta es bastante reciente ya que fué construída en 1910. La particularidad es que está recubierta con chapa de hierro.

 

La preocupación por la ornamentación llega a ciertos extremos ...  

 

El efecto general es curioso ...  

 

... y el interior es muy cálido.  

 

ACHAO: es un pueblo que se encuentra en la isla de Quinchao, al este de Castro. Llegar a Achao desde Castro es muy fácil ya que hay autobuses a cada rato. La joya de Achao es la iglesia, que es la más antigua de Chiloé. Fué construída alrededor de 1740 salvo la torre octogonal que es más moderna.
Está recubierta de tejuelas de madera y representa el modelo o la fuente de inspiración de muchas de las iglesias de Chiloé.  
La torre es al parecer más moderna, pero muy bonita.  

El interior es sorprendente por la riqueza de decoración y por los colores.  

 

Achao tiene además una coqueta rambla ...  
... bordeada de casas simpáticas ...  
... y con un pequeño puerto de pesca, de donde salen además lanchas que comunican con las islas vecinas.
En realidad Achao es un lugar encantador. Si volviera a Chiloé seguramente que me quedaría a dormir en Achao en lugar de Castro.

 

ANCUD: en el extremo norte de la isla. En los tiempos de la colonia era la plaza fuerte de Chiloé. Ahora Ancud tiene más población que Castro y da la impresión de mayor actividad comercial.
 

 

Bueno, ¿quién dijo que los chilenos son tan sobrios?. Acá dieron un paso al vacío y colocaron un viejo barco arriba de una colina. ¡Bravo!  

 

El puerto de pesca. Cuando pasé descargaban un montón de cangrejos, de muy buen aspecto. Me dijeron que los recogen a mano, buceando.  

 

Este es el fuerte de San Antonio, uno de los dos fuertes de Ancud.

Desde Ancud partió la fuerza expedicionaria realista que causó en 1814 el mayor revés a los patriotas chilenos durante la guerra de independencia, conocido como el Desastre de Rancagua.

Chiloé se mantuvo como el último bastión español en América. Rechazó dos intentos de invasión por parte de Chile: el primero dirigido por Cochrane en 1820 y el segundo conducido por Freire en 1824. Recién en 1826 fueron vencidas las fuerzas realistas en dos enfrentamientos en los alrededores de Ancud, lo que permitió la anexión de Chiloé a la República.

 

Y de regreso a Puerto Montt. En realidad no ví allí nada muy notable, así que me quedé con esta muestra de los resultados de la desregulación de las telecomunicaciones en Chile. Lo lamento.
 

 

Finalmente, de vuelta en Bariloche, aproveché la mañana antes de tomar el bus de regreso para Buenos Aires para caminar un poco bajo la lluvia y sacar algunas fotos. En esta vemos el lago Moreno en primer plano, luego la península de Llao Llao con el hotel y, al fondo, el Nahuel Huapi.
Y termino con esta foto porque es bueno recordar que el lago Nahuel Huapi fué descubierto, en el siglo 17, por expedicionarios venidos de Chiloé, de donde continuaron partiendo muchas expediciones y misioneros durante 200 años sin que ningún europeo llegara allí viniendo desde el este. Fué recién en el siglo 19 que el perito Moreno llegó al Nahuel Huapí desde el Atlántico en su célebre viaje de 1876.
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